¿COMO SURGIÓ LA GASTRONOMÍA EN EL PERU?
.La cocina
peruana es el resultado de la fusión inicial de la tradición culinaria del
antiguo Perú con sus propias técnicas y potajes con la cocina española en su
variante más fuertemente influenciada por 762 años de presencia morisca en la
Península Ibérica y con importante aporte de las costumbres culinarias traídas
de la costa atlántica del África subsahariana por los esclavos.
Posteriormente,
este mestizaje se vio influenciado por los usos y costumbres culinarios de los
chefs franceses que huyeron de la revolución en su país para radicarse, en buen
número, en la capital del virreinato del Perú. Igualmente trascendental fue la
influencia de las inmigraciones del siglo XIX, que incluyó chinos-cantoneses,
japoneses e italianos, entre otros orígenes principalmente europeos.
Como
particularidad exclusiva de la gastronomía del Perú, existen comidas y sabores
de cuatro continentes en un solo país y, esto, desde la segunda mitad del siglo
XIX. Las artes culinarias peruanas están en constante evolución y, sumada a la
variedad de platos tradicionales, hace imposible establecer una lista completa
de sus platos representativos.
Cabe mencionar
que a lo largo de la costa peruana existen registrados más de dos mil
quinientos diferentes tipos de sopas, así mismo existen más de 250 postres
tradicionales.La gran variedad de la gastronomía peruana se sustenta en tres
fuentes: la particularidad de la geografía del Perú, la mezcla de culturas y la
adaptación de culturas milenarias a la cocina moderna.
Época precolombina
Alpaca
en salsa de aguaymanto.
Los andes
centrales peruanos fueron el más grande centro de domesticación de plantas del
mundo antiguo, con especies nativas como el maíz, tubérculos con dos mil
quinientas variedades de papa, muchas de camote, yuca o mandioca, oca, maca;
gramíneas quinua, kiwicha o amaranto, cañihua; frutas como chirimoya, lúcuma,
pacae, tomate, calabaza, palta, tumbo, sauco; leguminosas tales como frijoles,
pallares, maní y una infinidad de hierbas aromáticas.
Antes del
arribo europeo, la geografía peruana albergaba una gran variedad de culturas,
conquistadas todas por el Imperio incaico, cada una de las cuales tenía
características gastronómicas particulares, aunque había algunas generalidades,
de acuerdo con los cronistas de la conquista. Por ejemplo, los principales condimentos
eran hierbas aromáticas, cocha yuyo (un tipo de alga fluvial), sal y, sobre
todo, el ají, llamado uchu en tiempos incas y considerado hoy un elemento
fundamental de la cocina peruana.
Plato
de carapulcra.
El Inca
Garcilaso de la Vega en los Comentarios Reales de los Incas escribió al
respecto: Los de mi tierra son tan amigos del uchu, que no comerán sin él
aunque no sea sino unas hierbas crudas. Era común la preparación de alimentos
en forma deshidratada, para evitar su descomposición, destacando el charqui,
carne salada, y el caui, que es la oca secada al sol.8 Los antiguos peruanos
además consumían inmensas cantidades de pescados y mariscos (el registro
arqueológico de ello es abrumador) y complementaban su dieta con carne de pato,
cuy y camélidos domésticos (alpaca y llama principalmente).
En las
sociedades de la costa norte, además, se consumía la carne de ciertos lagartos
y de venado. En las de la selva oriental se nutrían de la multitud de especies
que proporcionaba la flora y fauna amazónica. Desde épocas milenarias, los
antiguos peruanos preparaban chupes o sopas, guisaban la carapulcra, por
ejemplo, es considerado el tipo de guiso peruano más antiguo, también
elaboraban potajes con especies marinas crudas marinadas con ají, tumbo y
hierbas, de donde se origina el cebiche que en la época precolombina tenía otro
nombre, en quechua.
Cuy
colorado.
Tenían
diferentes formas de procesar alimentos, salaban pescado, tostaban el maíz
(obteniendo la cancha serrana, que es hasta hoy el «piqueo» peruano más simple
y popular) o pelaban sus granos y los secaban (obteniendo mote). Asimismo
preparaban charqui -o carne de camélido disecada, salada y deshilachada- y
diferentes tipos de chuño -tubérculos resecados y congelados a la intemperie-. Cocinaban
en ollas de barro y, en ocasiones, organizaban grandes banquetes de carne y
vegetales a partir de hornos de tierra natural (pachamancas y huatias).
Asimismo se
bebían diferentes formas de cerveza de maíz (chicha) y de yuca (masato). La
historia precolombina identifica al Perú como un país gastronómico. Así en la
leyenda sobre «Llampayeq» (Lambayeque) recopilada por Miguel Cabello Valboa en
1532, menciona al cocinero del rey Naylamp llamado OcchoColo en el Reino Sicán
del siglo IX. Luego en la leyenda de los hermanos Ayar menciona que salieron
del cerro Tamputoco (Tampu, Tambu, lugar donde se guardan alimentos) y sus
nombres fueron Ayar Cachi (quinua con sal), Ayar Uchu (quinua con ají), Ayar
Auca (quinua con fréjol), Ayar Manco (el que cuida la quinua).10
Época colonial
Anticucho
peruano.
Desde el
inicio de la presencia española, se incorporaron nuevos usos y costumbres
culinarios con el comienzo del virreinato. La fritura, el uso de los lácteos
(incorporado a algunos chupes o sopas), además de la carne de res, cerdo, huevo
de gallina y nuevas aves de corral; además llegaron algunos cultivos que
resultarían esenciales para la nueva cocina como la cebolla y el ajo que
combinados con el ají serían los principales ingredientes de muchos platos peruanos.
La lima traída
por los españoles y adaptado con el tiempo a la tierra peruana, se fue
transformando en la variedad peruana actual denominada limón, de color verde,
pequeño y ácido y que deviene en uno de los componentes básicos del cebiche. La
vid (de la que se origina el pisco) y los vinos llegan también al comienzo de
este período. En los primeros encuentros entre españoles y nativos, durante la
conquista del imperio incaico, intercambiaron los trozos de cerdo ibérico frito
con papas, camotes y maíz autóctono.
En sentido
horario: Arroz blanco, olluquito con charqui, cau cau, chanfainita y
sangrecita.
Francisco
Pizarro, quien criaba cerdos en su infancia, era el principal aficionado a este
plato llamado chicharrón durante los inicios de la presencia española en este
territorio. La dedicación de muchos conventos de monjas a la cocina en un
entorno donde abundaban las plantaciones de azúcar (especie traída también por
los españoles) e inmensas variedades de frutas nativas originó asimismo una
larga tradición repostera, destacándose el alfajor, el maná preparado en
distintas variedades, formas y colores según la ocasión, así como otras decenas
de postres de la época.
Los esclavos
africanos aportaron lo suyo en una serie de guisos, además del uso de las
partes blandas de la carne desechadas por las élites, que condimentaban
abundantemente para disminuir los fuertes sabores de la carne y cocinados a las
brasas. De aquí salieron muchos de los más representativos platos de la actual
comida criolla, como por ejemplo: los anticuchos, la sangrecita, el camote con
relleno, el cau cau, la pancita, el rachi, las mollejitas, la chanfainita, la
patita con maní, el choncholí y el tacu-tacu.
El antropólogo
peruano Humberto Rodríguez Pastor destaca el tipo de tamal tradicional peruano
como un legado afroperuano en su obra La vida en el entorno del tamal peruano.
La citada vianda es introducida en este territorio desde los primeros años de
la presencia española que vino con sus esclavos africanos. La gran cantidad de
ellos procedentes de la costa atlántica africana marcó demográficamente la
Ciudad de los Reyes ya que en el siglo XVII, más del 60 % de la población de la
capital era de origen africano.11
Época republicana
Tiradito
preparado en Lima.
Luego de la
independencia se dieron una serie de migraciones de diversas procedencias que
integraron sus propias tradiciones a la ya dinámica culinaria local. La
migración de los chinos-cantoneses de mediados del siglo XIX popularizó el
salteado a fuego fuerte y los sabores agridulces en las carnes además del uso
de nuevas hierbas y del sillao. Pero su aporte más notorio fue el arroz. Si
bien ya se consumía desde el siglo XVI, es luego de la migración china que el
arroz se popularizó y se convirtió en la guarnición peruana por excelencia, en
detrimento del pan.
La forma de
arroz favorita en el Perú es el arroz graneado no demasiado cocido, se hace con
arroz de grano largo, sin embargo, se distanciaba de la preparación china en el
uso del ajo y la sal. Otra inmigración en la segunda mitad del siglo XIX no
menos influyente es la italiana, que popularizó el uso de las pastas, el pastel
de acelga, los dulces y postres como el panetón, que es obligado en las
navidades a lo largo del país.12 La migración japonesa de fines del siglo XIX,
finalmente, impactó notablemente sobre la cocina marina peruana. Cortes y
técnicas japonesas muy prolijas en la presentación de los platos, se unen a
salsas y preparaciones peruanas y nace una nueva vertiente culinaria en el
Perú. Así por ejemplo del cruce del sashimi japonés y del cebiche peruano nació
el tiradito.
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